lunes, 13 de septiembre de 2010

Satellite heart.

Tan bonito, tan inteligente, ¡ que pérdida de un amor fugaz y joven! Que lástima, que pena, ¿ que pasa contigo?¿ No ves que es lo incorrecto, no lo puedes entender? Estás fuera del mundo. Soy un corazón satélite, perdido en la oscuridad, giro tan lejos a tus pensamientos, tu quieres, no puedes, intento, luego fallezco.
Cuando era niña, pisaba los verdes campos de hierba. Y lo que mas me gustaba, era soplar dientes de león. Esas flores que dicen que si las soplas, sus pétalos harán realidad tus deseos. Sueños de niña dejaban en el suelo los blancos y finos trozos de flor. La luz no me deja ver lo que ha detrás de la ventana. Huyo salvajemente de mis miedos, quemandolos en la hoguera. Fuego. Muero. Ya pasaron unos dias desde que mi habitacion quedo vacia, solo con mi cuerpo extendido en el suelo, ataviado por la gran gabardina negra que dejaba la oscuridad inmune. Por esa ventana ya no entra la luz del sol, ya no puedo ver los verdes campos, defallezco en el tebio salón. Negro. Muero. Creo que pasaron meses de oscuridad, mis ojos nublados no perciven el aire, mis labios no saborean los elementos, mis oidos se han taponado por la fria soledad y mi olfacto va en rumbo al abismo. Y mis lagrimas se secan al caer. Nada. Muero. Con el tiempo, me levanto, siento una transformación, me golpeo con invisibles, las paredes me arrinconan. Quiero salir y correr por la arena. Quiero. Puedo. Y con todas mis fuerzas me acerco a la ventana inífuge y la abro. Mis pupilas devuelven el aliento, puedo oler la hierba fresca, puedo oir a los pajaros aparearse. Y siento. Y sopló el ultima flor en busca de mi corazón. Y los suaves pétalos danzan en el aire, sabiendo en que direción se mueven, porque he desado con todos mis sentidos que tu, amiga mia, encuentres la felicidad amada y juegues a vivir y jugarte la vida, y volver a morir por las causas perdidas.  Siento. Vivo. Soy libre. 





Soy un corazón satélite, perdido en la oscuridad, giro tan lejos a tus pensamientos, pero eso da lo mismo, porque nuestro amor sera leyenda. 





Marta.

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